lunes, 29 de junio de 2020

 DURANTE EL CONFINAMIENTO.

Cuando se tomaron las medidas oportunas por la pandemia empecé, ese mismo día, a movilizar mis actuaciones con mis "chicos": teléfono, PAPÁS, CLASSROOM, editar documentos conjuntamente, DRIVE,...... un montón de opciones que terminamos dominando con maestría. 

Nos organizamos bien aunque con muchas adversidades que fuimos poco a poco salvando.

Mi principal objetivo fue el dar continuidad a lo que, hasta entonces, veníamos haciendo en el aula: ser su punto de referencia y estar cuando lo necesitaban ademas de aprender. Todo se había paralizado, nuestras salidas del centro a conocer organismos, edificios, comercios, asociaciones, patrimonio histórico y terminar el curso con un viaje espectacular, para trabajar el sector terciario, al castillo de  Belmonte .

Todos los días clase, clases eternas, no se cansaban, lo necesitaban y si digo la verdad yo, también.

Todos los viernes hacíamos actividades grupales: adivinogramas, pasapalabras, viajes imaginarios,... además de animar y poner en común nuestras inquietudes que, algunas veces me resultaban difíciles de resolver de manera convincente.

Así fueron pasando los días, las semanas, los meses y cada vez se hacía más necesario el vernos, el tener un contacto visual que tanto les ayudaba.

 Cada día un reto diferente, mejorar lo que no había salido como quería, perfeccionar al máximo.

Era jornada continua, no había horario establecido: mañanas, tardes,..... La verdad es que resultó todo mejor de lo que en un principio suponía.

Me llenaba de satisfacción ver las caras de felicidad que reflejaban mis alumnos, eso me llenaba, no tenía precio. 



También realizamos videollamadas y actividades conjuntas con los alumnos de otros IES de la ciudad, con nuestro gran grupo de INCLU-IES. 

Como colofón al curso, tal y como estaba planeado desde septiembre , después de las evaluaciones realizamos el viaje que tanto queríamos hacer: visitar el castillo de Belmonte aunque fuese de manera virtual, sus estancias, su historia, sus leyendas,... cómo llegar,ver las rutas más convenientes, establecer etapas de viaje, conocer los pueblos por los que pasamos, su historia, sus gentes, su patrimonio, sus costumbres y por supuesto también su economía.

Y llegó el momento de vernos, de compartir unas horas y cambiar impresiones, esta vez no virtualmente, de manera real. Así lo hicimos, esta vez con regalo merecido: un libro del castillo de Belmonte y otro para seguir trabajando en verano las emociones..

En esta foto no estamos todos pero es significativa. Nos acompaña Desi, nuestra educadora del centro.



!!!! Ya estamos de vacaciones ¡¡¡¡

    Necesitábamos vernos de manera real y hablar de todas las emociones que hemos vivido durante este tercer trimestre.

    Para ello, se me ha ocurrido convocar a todos los alumnos del aula de Apoyo aunque han faltado unos cuantos......
Hemos hablado y compartido muchas cosas, risas, opiniones, inquietudes, .....

  Y de recuerdo, para que todo no sea negativo, les he regalado un libro sobre "El Castillo de Belmonte" de Miguel Salas Parrilla (lugar al que hemos viajado virtualmente) y otro sobre las emociones: "Emociones para crecer felices" de María Menéndez-Ponte en Duomo ediciones.

Lo hemos pasado muy bien, ¿verdad chicos?